La catedrática de Periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona, Rosario de Mateo,
advirtió hoy de las ?imprevisibles consecuencias para la democracia? que tiene vivir en una sociedad de la información marcada por la dinámica que han tomado las industrias de la comunicación y el desarrollo de las tecnologías de la información que han permitido la ?sobreabundancia de contenidos?. Afirmó que esta situación ?está rompiendo los criterios del periodismo tradicional. Hay mucha información y poco periodismo que le dé sentido a esa información?.
Con su conferencia ?De la miseria del periodismo a la Torre de Babel de la Información?, la catedrática inauguró el I Congreso Internacional Latina de Comunicación Social que se celebrará hasta el próximo viernes 11 de diciembre en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna.
Aprovechando el lema que da nombre al congreso ?Postperiodismo: la información, en la sociedad saturada? De Mateo planteó numerosos interrogantes sobre los cambios en los medios de comunicación que, matizó, no son aislados, sino que están incluidos en un sistema político, económico y social nacido tras la Revolución francesa y que ahora está en crisis.
Aunque la profesora reconoció el título trágico de su conferencia, lo justificó en la actual crisis del periodismo, donde éste ha perdido credibilidad, propiciando la desconfianza generada en el público por su ineficacia para el mantenimiento de los valores democráticos, en un escenario de desorden y confusión de la información.
La actual crisis económica, que obviamente afecta a los medios de comunicación como empresas, plantea para De Mateo el interrogante de si es también una crisis del periodismo, o si, por el por el contrario, esta crisis profesional ya se había fraguado tiempo antes, en el momento álgido del periodismo. A su juicio, los principios que rigen la actual sociedad de la información, no son ?absoluto neutrales? ya que se ?dirigen fundamentalmente a la reestructuración económica, sin atender, apenas, a sus repercusiones sociales, lo que está ayudando al desmantelamiento paulatino del anterior modelo de desarrollo económico conocido como Estado de Bienestar?.
En la actualidad, prosiguió la catedrática, se está en un punto de ?no retorno?, que es consecuencia del crecimiento desmesurado de las épocas de bienestar en los países desarrollados y que, en la industria de los medios de comunicación, también se caracterizó por la liberalización, privatización, concentración e internacionalización de las empresas dominantes.
A esta sobreproducción se suma los actuales problemas en el mercado publicitario, que ha forzado a los medios a buscar una nueva ?definición de su producto? para poder competir con los diferentes soportes no convencionales en la captación de esos ingresos.
Todos estos cambios, sostuvo De Mateo, no se limitan a los medios de comunicación como empresas, sino que suponen una modificación del periodismo, que deja de ser un ?bien de servicio público?, como actor que legitima los valores democráticos, para mercantilizarse, con unos contenidos informativos que responden cada vez más a los estudios de mercado.
De la falta de independencia a la precariedad laboral
La situación actual de los medios de comunicación está caracterizada, según la catedrática, por la falta de independencia de los periodistas. Así, junto a la consolidación de un periodismo de ?cortar y pegar?, donde se pierde la capacidad crítica del periodista, los vínculos económicos o políticos del medio limitan el contenido de la información.
Ante una situación económica adversa, o incluso manteniendo beneficios, las empresas de comunicación tienden a buscar soluciones rápidas para cuadrar la cuenta de resultados. Externalizar parte de la producción les da más flexibilidad laboral, menos costes empresariales y les permite evitar, en cierta forma, los convenios colectivos o de empresa. Se trata, según De Mateo, de una situación que choca de lleno con la situación privilegiada de los directivos de los medios.
Como elemento lógico en este panorama, el periodismo deja de ejercer una función de control del poder (watchdog) que garantizaba el derecho a la información y la libertad de expresión, ingredientes fundamentales de la democracia. Ahora la situación se ha modificado, ya que los medios son guardianes de sus los intereses del poder y de sus propios intereses empresariales.
En la actual comunidad global de la información, los medios acaban así por descuidar la formación del individuo, como elemento fundamental para desarrollar un ?sistema cultural que le inmunice a su disposición permanente a la sobreoferta de información?. De Mateo afirmó que, sin embargo, con la globalización, parece que sólo se busca la instrucción, incluyendo la de los propios periodistas, lo que obvia el hecho de que para contextualizar y explicar la realidad los periodistas deben estar formados en todos aquellos aspectos que atañen a la sociedad.
Con su conferencia ?De la miseria del periodismo a la Torre de Babel de la Información?, la catedrática inauguró el I Congreso Internacional Latina de Comunicación Social que se celebrará hasta el próximo viernes 11 de diciembre en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna.
Aprovechando el lema que da nombre al congreso ?Postperiodismo: la información, en la sociedad saturada? De Mateo planteó numerosos interrogantes sobre los cambios en los medios de comunicación que, matizó, no son aislados, sino que están incluidos en un sistema político, económico y social nacido tras la Revolución francesa y que ahora está en crisis.
Aunque la profesora reconoció el título trágico de su conferencia, lo justificó en la actual crisis del periodismo, donde éste ha perdido credibilidad, propiciando la desconfianza generada en el público por su ineficacia para el mantenimiento de los valores democráticos, en un escenario de desorden y confusión de la información.
La actual crisis económica, que obviamente afecta a los medios de comunicación como empresas, plantea para De Mateo el interrogante de si es también una crisis del periodismo, o si, por el por el contrario, esta crisis profesional ya se había fraguado tiempo antes, en el momento álgido del periodismo. A su juicio, los principios que rigen la actual sociedad de la información, no son ?absoluto neutrales? ya que se ?dirigen fundamentalmente a la reestructuración económica, sin atender, apenas, a sus repercusiones sociales, lo que está ayudando al desmantelamiento paulatino del anterior modelo de desarrollo económico conocido como Estado de Bienestar?.
En la actualidad, prosiguió la catedrática, se está en un punto de ?no retorno?, que es consecuencia del crecimiento desmesurado de las épocas de bienestar en los países desarrollados y que, en la industria de los medios de comunicación, también se caracterizó por la liberalización, privatización, concentración e internacionalización de las empresas dominantes.
A esta sobreproducción se suma los actuales problemas en el mercado publicitario, que ha forzado a los medios a buscar una nueva ?definición de su producto? para poder competir con los diferentes soportes no convencionales en la captación de esos ingresos.
Todos estos cambios, sostuvo De Mateo, no se limitan a los medios de comunicación como empresas, sino que suponen una modificación del periodismo, que deja de ser un ?bien de servicio público?, como actor que legitima los valores democráticos, para mercantilizarse, con unos contenidos informativos que responden cada vez más a los estudios de mercado.
De la falta de independencia a la precariedad laboral
La situación actual de los medios de comunicación está caracterizada, según la catedrática, por la falta de independencia de los periodistas. Así, junto a la consolidación de un periodismo de ?cortar y pegar?, donde se pierde la capacidad crítica del periodista, los vínculos económicos o políticos del medio limitan el contenido de la información.
Ante una situación económica adversa, o incluso manteniendo beneficios, las empresas de comunicación tienden a buscar soluciones rápidas para cuadrar la cuenta de resultados. Externalizar parte de la producción les da más flexibilidad laboral, menos costes empresariales y les permite evitar, en cierta forma, los convenios colectivos o de empresa. Se trata, según De Mateo, de una situación que choca de lleno con la situación privilegiada de los directivos de los medios.
Como elemento lógico en este panorama, el periodismo deja de ejercer una función de control del poder (watchdog) que garantizaba el derecho a la información y la libertad de expresión, ingredientes fundamentales de la democracia. Ahora la situación se ha modificado, ya que los medios son guardianes de sus los intereses del poder y de sus propios intereses empresariales.
En la actual comunidad global de la información, los medios acaban así por descuidar la formación del individuo, como elemento fundamental para desarrollar un ?sistema cultural que le inmunice a su disposición permanente a la sobreoferta de información?. De Mateo afirmó que, sin embargo, con la globalización, parece que sólo se busca la instrucción, incluyendo la de los propios periodistas, lo que obvia el hecho de que para contextualizar y explicar la realidad los periodistas deben estar formados en todos aquellos aspectos que atañen a la sociedad.
Sociedad Latina de Comunicación Social
adhesion-sociedad@revistalatinacs.org
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